Se celebra, como todos los años, el 7 de abril y tiene como lema en esta ocasión "salud universal para todos y todas, en todos lados".
Como cada 7 de abril, llega este año la hora de celebrar el Día Mundial de la Salud. En esta ocasión la fecha no estará dedicada a llamar la atención sobre una enfermedad específica, sino sobre las dificultades que existen en distintos países para que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios sanitarios.
Los retos que representa el acceso universal a la salud son especialmente evidentes en Latinoamérica, donde tres de cada diez personas no tienen acceso a la atención de salud por razones financieras, y dos de cada diez no buscan atención debido a barreras geográficas. Estas dos principales dificultades para acceder a servicios de salud profesionales traen como consecuencia el aumento de la desigualdad y la pobreza en nuestra región, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud.
Para el caso latinoamericano, a las barreras económicas y geográficas para acceder a la salud, habría que añadir las barreras que representa la discriminación por motivos de raza, sexo o etnia, pues las mujeres, pueblos indígenas o afrodescendientes suelen tener mayores dificultades para recibir la atención en salud que necesitan.
En países como Venezuela, se suma una barrera más: las débiles instituciones de salud, que aunque existen, prestan servicios muy precarios a los ciudadanos debido a la escasez de medicamentos, los constantes cortes de energía eléctrica o la falta de profesionales calificados en los centros médicos.
¿Pero por qué es importante hablar del acceso universal a la salud? Principalmente, porque todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas acordaron alcanzar la cobertura sanitaria universal a más tardar en 2030, en el marco de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Para conseguirlo, será necesario que todas las personas reciban los servicios sanitarios que necesitan, sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos. Para que una comunidad o un país pueda alcanzar la cobertura sanitaria universal se deben cumplir varios de estos requisitos:
• Un sistema de salud sólido;
• Un sistema de financiación de los servicios de salud;
• Acceso a medicamentos y tecnologías esenciales;
• Personal sanitario bien capacitado.
Todavía falta mucho camino por recorrer, pues a estas alturas, la OMS calcula que a nivel mundial cerca de 100 millones de personas se ven abocadas a la pobreza extrema por tener que pagar los servicios de salud de su propio bolsillo. Además, más de 800 millones de personas (casi el 12% de la población mundial) gastan al menos un 10% de su presupuesto familiar para pagar los servicios de salud.
Es cierto que el avance hacia esta meta está principalmente en manos de los tomadores de decisiones en cada país, los profesionales de la salud y la ciudadanía en general. Pero medios de comunicación y periodistas también pueden contribuir de alguna manera.
Cómo pueden contribuir los medios y periodistas de salud
• Comentar iniciativas e intervenciones que ayudan a mejorar el acceso de las personas y las comunidades a servicios de calidad y a la protección financiera.
• Mostrar qué ocurre cuando las personas no pueden acceder a los servicios que necesitan.
• Insistir en la responsabilidad de los formuladores de políticas y de los políticos, por ejemplo, a través de documentales sobre los compromisos que han contraído en materia de salud universal sobre los aspectos positivos, las deficiencias y los nuevos problemas que deben abordar (por ejemplo, el aumento de las enfermedades no transmisibles o el envejecimiento de la población).
• Crear espacios de diálogo entre los beneficiarios, las comunidades, sus representantes y los responsables de la formulación de políticas. Por ejemplo, programas de debate, entrevistas o debates radiofónicos.
• Unirse a la campaña de redes sociales usando las etiquetas #SaludUniversal y #SaludParaTodos.
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