‘No fue el fuego’: proyecto transmedia, equipo multidisciplinar y justicia social para la mejor cobertura periodística

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9 de Noviembre de 2022

‘No fue el fuego’: proyecto transmedia, equipo multidisciplinar y justicia social para la mejor cobertura periodística

'No fue el fuego' ha sido reconocido con el Premio Gabo a la mejor cobertura periodística 2022. En este artículo analizamos cómo se fraguó un proyecto transmedia y multidisciplinar, con más de 20 profesionales implicados en la elaboración de los distintos productos y formatos, para cumplir con una función principal del periodismo: la búsqueda y denuncia de la justicia social

Imagen de portada de la página web del proyecto
Jose Antonio González Alba

‘No fue el fuego’ es el proyecto periodístico transmedia galardonado con el Premio Gabo 2022 a la mejor cobertura. Realizado por el equipo de Agencia Ocote, narra la historia del incendio que ocurrió en Hogar Seguro Virgen de la Asunción de Guatemala, el 8 de marzo de 2017, que terminó con la vida de 41 niñas y otras 15 sobrevivientes con daños de por vida. 

Un especial que combina y complementa la cobertura, la investigación y la memoria para convertirse en un referente documental informativo para audiencias y nuevas investigaciones con una firme apuesta por los derechos y la justicia, que profundiza en las causas por las que estas adolescentes estaban en el hogar de protección, en el abandono del Estado para las niñas, las adolescentes y las mujeres, y en las carencias del sistema de protección guatemalteco. Un proyecto que ha contado con la participación de más de 20 profesionales, en lo que llaman una “redacción efímera”, con perfiles de distintas disciplinas para producir distintos contenidos en todo tipo de formatos. 

Periodistas y editoras, documentalistas, ilustradora y diseñadoras gráficas, escritor y guionistas, músico y diseñadores sonoros, comunicólogas, desarrollador web… toda una serie de perfiles diversos dedicados a revisitar archivos y hacer entrevistas, investigar e indagar, recopilar información, y escribir nuevas historias y ángulos para descubrir las omisiones y la negligencia del Estado, la vulnerabilidad en la que viven miles de niñas y adolescentes guatemaltecas, las violencias, la desigualdad y la impunidad ejemplificado en este caso de las niñas de Hogar Seguro. 

La historia del proyecto se remonta al 7 de marzo de 2016, cuando las jóvenes que se albergaban en el Hogar Seguro protestaron por la mala alimentación, violaciones y malos tratos que recibían de manera constante en este lugar estatal designado para ofrecerles abrigo y protección. Tras la protesta y reclamo, la decisión fue encerrar a 56 niñas y adolescentes en un aula de 7 x 6.80 metros, un espacio que según el peritaje del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) solo contaba con capacidad para 26 estudiantes. El incendio en el lugar provocó la posterior tragedia.

El nombre del proyecto, elaborado desde su idea inicial en aproximadamente ocho meses, no es casual: tras el incendio en el hogar estatal que acabó con la vida de estas 41 niñas; ciudadanas, organizaciones y distintas agrupaciones se unieron en unísono: ¡No fue el fuego, fue el Estado!

La concesión del Premio Gabo 2022 en la categoría Cobertura

“Se trata de un extraordinario trabajo de reportería y de foco periodístico con el que se logra revitalizar un tema ya tratado para presentar una historia definitiva”. Es uno de los argumentos esgrimidos por el jurado de la categoría Cobertura del Premio Gabo 2022 para conceder la distinción a ‘No fue el fuego’ de entre los 528 trabajos presentados que optaban al reconocimiento. 

El jurado también argumentó que se trata de una pieza periodística que usa de manera creativa y coherente diversos lenguajes narrativos, como pódcast, documental, texto, cómic y exposición artística. “Cada formato está utilizado con frescura, inmediatez y en su mayor potencial”.

También se destacó su notable impacto visual y su tono narrativo. “Hay una simetría en la mirada de sus fuentes, lo que nos adentra sin prejuicios en las voces y vivencias de las protagonistas”, expresó el jurado.

 

 

Es un espaldarazo muy significativo para el medio, y para el trabajo de un equipo sensible y profesional. Nos da muchísima energía e inspiración para continuar haciendo lo que hacemos y de la manera que lo hacemos”, afirma Alejandra Gutiérrez, directora de Agencia Ocote, quien destaca que una de las cuestiones más significativas de la concesión del Premio es que va a permitir “que se siga hablando de un caso que generó polarización y que ahora se consideraría un caso del pasado, y esto es muy importante particularmente para Guatemala y la región, que pasa por un momento muy complicado en términos de libertad de expresión y ataques a la prensa”.

Formatos: de la idea inicial al proyecto transmedia

Agencia Ocote dispone de una línea programática o sección dedicada a la temática de mujeres en todas sus dimensiones. Algunas: las niñas y adolescentes, los diversos tipos de violencias que sufren por el hecho de ser mujeres, las mujeres indígenas, y también el rol del Estado para guardar sus derechos. 

De esta forma, el caso del Hogar Seguro se presentaba como una lupa, un caso paradigmático en el que “atravesaban muchas de las discriminaciones y situaciones que viven niñas y adolescentes, con un proceso judicial aún abierto, demorado y lleno de vicios, y con la sensación de que tanto el sistema de justicia como la sociedad lo habían olvidado”, destaca la responsable de Ocote. 

Coincidió también con la aportación realizada por una organización donante, FLM/ Actuando Juntas Jotay, de cooperación sueca, quien manifestó su interés por apoyar el proyecto donando los fondos requeridos para un proyecto multimedia de esta envergadura.

La variedad y tipología de formatos y técnicas periodísticas utilizadas para la narrativa del proyecto es, sin duda, una de las señas de identidad de ‘No fue el fuego’. 

Periodismo de reportaje e investigación, periodismo narrativo para el especial memorial de las víctimas, cine documental, reportaje gráfico, periodismo sonoro con la producción de los pódcast, línea cronológica de los hechos, cómic, dossier explicativo, exposición itinerante que recorre Guatemala…

Un proceso que se inicia con el diseño de pensar qué se quería contar, cómo se quería contar y a quién. De ahí la inquietud primero por conocer los vacíos y necesidades existentes con este caso. “Consideramos importante que hubiese un espacio de archivo y registro que funcionara como referente para futuras investigaciones académicas, periodísticas y para las personas que no conozcan el caso”, argumenta Alejandra. 

Otra de las ideas fuerza al comienzo del proceso era ir más allá de las cifras y de lo que tiene que ver con el proceso judicial y la mejor manera de conseguirlo era humanizando el caso: conocer en profundidad quiénes eran esos seres humanos, esas niñas y adolescentes a las que les arrebataron sus derechos. 

La investigación también se iba a convertir en parte fundamental del proyecto: el poder y saber contar más allá de lo que se había contado hasta el momento. Y también todo lo relacionado con el momento presente del caso: el proceso judicial, las personas señaladas como responsables y qué es hoy en día de las sobrevivientes del suceso. 

“Quisimos construir la cobertura por piezas o productos, en los que cada uno de ellos cumpliría una función: archivo, memoria, cobertura, investigación, etc. Y se designó personal dedicado a cada una de las actividades, constituido entre el equipo permanente de Ocote y lo que dimos en llamar ‘redacción efímera’: un equipo dedicado a la cobertura del caso y la construcción del especial”.

A la hora de coordinar y gestionar un proyecto de esta dimensión, con tal variedad de perfiles profesionales y proyectos distintos a realizar, Alejandra destaca que lo principal es “que cada uno tenga claridad del trabajo que se espera, a la vez de ser necesario un equipo editorial y administrativo que lo coordina todo, con un papel clave para las editoras y la coordinación institucional”. En general “fue realmente admirable la capacidad, el compromiso y la responsabilidad demostrada por cada uno de los profesionales”.

Llegar a todo tipo de públicos

En un proyecto de estas características es evidente la colaboración de perfiles relacionados con la parte más periodística del proyecto con los perfiles tecnológicos que posibilitan la creación de formatos para difundir dicha narrativa. Pero una cuestión también fundamental resulta cómo complementar ese trabajo con un necesario enfoque de distribución y marketing para hacer llegar el discurso a la mayor cantidad de personas posible. 

De ello se ocupó Magui Medina, coordinadora institucional de Ocote y con amplia experiencia en mercadeo y comunicación, quien diseñó, desde el comienzo del proyecto, una estrategia multinivel en la que definía diversos canales y formas. Se generó igualmente una relación con otros medios y se llevaron a cabo distintas acciones de promoción que llamaran la atención de la prensa y el público en general. 

La gestión de las redes sociales, como una de las vías principales para actualizar y difundir el contenido que se iba publicando, fue otra de las claves en dicha estrategia. 

Otras acciones promocionales fueron la realización de dos pódcast en vivo o distintas  reuniones y conversaciones con organizaciones sociales que promovieron que el material se consumiera y que sirviera como pretexto para la conversación. Así, el reportaje gráfico sigue a la venta en librerías, y la exposición itinerante sigue dando vida al caso por diferentes puntos del país.

 

No me atrevo a decir que innovamos o que inventamos algo nuevo, pero sí que procuramos hacer un uso creativo de las diversas plataformas y formatos. Pensamos en lo digital y en lo presencial. Pensamos en el tono que usaríamos y pensamos también en las audiencias y en la conversación. Al final, fue un trabajo de imaginación y el trabajo comprometido de un equipo. Creemos firmemente en la multidisciplinariedad y en contar la realidad desde diversas miradas”, resalta Alejandra, quien resume qué mensaje le ha hecho más ilusión recibir tras la publicación de ‘No fue el fuego’: “El de las familias de algunas de las chicas que murieron en el incendio. Que nos digan que para ellas es muy importante que sigamos contando su historia y que no las olvidemos”.

 

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