Definir el periodismo de soluciones sin la palabra “solución”

Definir el periodismo de soluciones sin la palabra “solución”

“Solución” es una palabra absoluta, pero no cubriremos casi nunca respuestas totales a problemas sociales. Exploramos consejos para explicar y definir mejor esta nueva forma de hacer periodismo, con miras a convencer editores y redacciones.

La palabra "solución" siempre podrá ser reemplaza por "respuestas a problemas".
Fabrice Le Lous

 

El periodismo de soluciones cobra un auge importante en países como Estados Unidos. Cada vez más medios lo practican, y escuelas como el New York Times tiene un espacio semanal para esta práctica. Pero en América Latina, algunos editores y medios todavía se muestran renuentes a practicarlo en sus salas de redacción. Esto se debe muchas veces a un desconocimiento sobre qué es esta práctica de periodismo. Y también se debe a una reacción preliminar que tienen hacia su nombre: periodismo de soluciones.

En los últimos dos años, he impartido talleres introductorios sobre periodismo de soluciones en medios de Costa Rica, México y Colombia, y lo primero que noto cuando interactúo con colegas, es que hay una idea diferente de lo que ellos creen que es el periodismo de soluciones antes de participar en el taller.

Entre las creencias preliminares con las que me he encontrado suelen repetirse estas dos:

“Es periodismo positivo”.

“Es activismo, porque los periodistas nos ponemos a buscar soluciones a problemas”.

 

Pues no. No es una cosa ni la otra. Así defino yo el periodismo de soluciones en un párrafo: Es el cubrimiento de respuestas a problemas sociales. ¿Qué está funcionando y cómo lo hace? Es un periodismo más completo, que ayuda a ver los problemas sociales, políticos y económicos de otra forma: muestra lo que va mal, pero también muestra y explica cómo un mismo problema tiene respuesta en otros lados. Al hacer esto, se desafía a los lugares donde el problema persiste, mostrando que sí existen soluciones.

El periodismo de soluciones es un giro de enfoque periodístico que robustece nuestra labor, porque denuncia el problema, pero también analiza soluciones que ya están enmendando ese problema. Y le explica a la audiencia cómo funciona esa solución y cuán replicable es. 

Casi siempre, después de los talleres, periodistas de diferentes países se acercan y muestran entusiasmo por lo aprendido. Discutimos posibles temas para diseñar o comenzar trabajos, y nacen ideas más que potables para proyectos futuros.

Pero estas reacciones positivas ocurren una vez concluida la introducción al tema, habiendo visto, analizado y discutido reportajes publicados.

Grossomodo, he encontrado que estas reacciones positivas suceden cuando el periodismo de soluciones se acerca a los periodistas, y alguien les explica con ejemplos qué es y cómo se hace. Pero cuando un periodista que ha trabajado la denuncia de problemas toda su vida, se topa con el nombre “periodismo de soluciones”, lo ve con cierto escepticismo.

Y el nombre tiene mucho que ver.

En julio de 2020, entrevisté a Tina Rosenberg, ganadora del Pulitzer de periodismo en 1996 y cofundadora de la Red de Periodismo de Soluciones de Estados Unidos. Le pregunté si el nombre de esta vertiente del periodismo es adecuado, ya que la palabra “solución” es absoluta, y una clave de este periodismo es que ninguna solución que cubriremos será la única, ni tampoco daremos con panaceas, pues estas no existen. Este fue el intercambio:

Pregunta: La palabra ‘solución’ es absoluta, pero no todos los problemas tienen soluciones totales, y algunos ni siquiera parciales. ¿Está bien empleada la palabra ‘solución’ en periodismo de soluciones? ¿No da una falsa idea?

Respuesta de Tina Rosenberg: Es una palabra equivocada y no deberíamos llamarnos así. Deberíamos llamarnos “Red de Periodismo de Respuestas a Problemas”. Es mejor nunca usar la palabra “solución” en una historia. No existe algo como una sola solución porque nada es perfecto; nada es una solución completa a un problema, y en todo caso no soluciona todo el problema. Es mejor cortar el problema en diferentes tajadas o partes más pequeñas. Y buscar quién lo hace bien o mejor en cada una de estas tajadas. Eso es lo que realmente sucede cuando estás haciendo periodismo de soluciones. Es una práctica que es un poco diferente de la práctica común, y que requiere otra mirada; otro enfoque.

Lo dice una maestra de la profesión y hay que escucharla. Lo más práctico al comenzar un taller introductorio al periodismo de soluciones, en mi experiencia, es hacer hincapié en el nombre. Definir y redefinir. Y subrayar que:

  1. No celebramos soluciones o respuestas a problemas; las cubrimos.
  2. No solucionamos nada nosotros; analizamos soluciones o respuestas a problemas, las desmenuzamos, las explicamos con pedagogía a nuestra audiencia y exploramos si son replicables para contrarrestar un mismo problema en otras latitudes.

Definir y redefinir es lo primero que hago en mis talleres introductorios. Sacar a los periodistas y editores de cualquier idea preconcebida y guiarlos desde el comienzo con tres definiciones del giro de enfoque que es el periodismo de soluciones.

Definición concisa: Cubrir soluciones o respuestas a problemas sociales de forma rigurosa.

Definición alargada: El periodismo de soluciones cubre las respuestas a problemas  sociales. ¿Qué está funcionando y cómo lo hace? Es el análisis de soluciones/respuestas a problemas de interés social. Es un periodismo más completo, que ayuda a ver los problemas sociales, políticos y económicos de otra forma: muestra y denuncia lo que va mal, pero también muestra y  explica cómo ese mismo problema tiene respuesta en otros lados.

Definición de cuán útil puede ser esta práctica: Es un periodismo que puede quitar excusas a quienes no quieren o no dan respuestas a problemas. Si un mismo problema en dos localidades similares tiene una solución en un lugar, pero no en el otro, el periodismo de soluciones le quita las excusas al lugar que no encuentra respuestas para este problema.

 

Sobre el proyecto de periodismo de soluciones en América Latina

La Fundación Gabo y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región.

El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.

 

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