Otras formas de hablar periodísticamente de dietas y nutrición
Cuando un periodista piensa en hablar de dieta y nutrición seguramente vienen a su cabeza las incesantes noticias sobre la última dieta de moda, la que practica esta o aquella celebridad, o las propiedades descubiertas en aquel “superalimento”. Este por decirlo de alguna manera, es el camino fácil para abordar el tema, el camino que seguramente garantizará algunos -o bastantes- clics. Pero, si dejamos de lado la faceta frívola de estos temas, decir algo más: ¿qué se diría? ¿cómo se diría?
Según Google Trends, la herramienta que permite determinar los tipos de búsqueda que realizan los usuarios en Google, palabras como dieta o salud son mucho más consultadas que, por ejemplo, economía. Esto le añade una capa de ética y responsabilidad con el público a la tarea de reportar sobre estos temas.
Y es que reportear sobre nutrición y dietas implica dar un paso más allá, preguntarse por qué, si esta dieta en serio es segura o si aquel alimento posee todas las propiedades que se le atribuyen. Así como con los medicamentos, las dietas deben ser avaladas por profesionales y estudios que demuestren su efectividad.
El artículo, Por qué no funcionan las tres dietas más buscadas, del diario El Pais de España, desmonta las tres dietas más populares de internet y encuentra en ellas algunas características comunes:
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- Contienen afirmaciones que contradicen conocimientos científicos bien establecidos.
- No aportan pruebas fiables de eficacia y seguridad en base a investigaciones rigurosas en humanos.
- Aluden a que sus propuestas son válidas por el hecho de ser “naturales”.
- Prometen resultados rápidos y sin esfuerzo.
- Detallan listados de alimentos permitidos y prohibidos.
- ¿Es preciso consumir preparados que casualmente vende la persona que promueve el método?
- Se pueden administrar sin la revisión de profesionales sanitarios (“hágalo usted mismo”).
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Estos siete aspectos constituyen una buena lista para evaluar el valor noticioso de este tipo de informaciones, y sobre cómo enfocar la reportería. Por ejemplo, e incluso más necesario que en otras coberturas, incluir la voz de expertos independientes, sin intereses económicos particulares en estos temas.
¿Los métodos? ¿Las fuentes? Son las mismas que usaría para cualquier otra historia periodística de calidad. Si en general las notas de salud aseguran más clicks que muchísimos otros temas bien vale la pena hacer el esfuerzo periodístico que se procura en otras coberturas. Recordar, en particular, que los “milagros” en dieta y nutrición, suelen tener una faceta oscura, un lado B de la historia que también hay que contar.
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