Los especialistas indican que este nuevo virus tiene síntomas similares al zika o chikungunya, por lo que puede confundirse con estos virus.
Algunos medios han empezado a reportar la aparición de un nuevo virus transmitido por el mosquito aedes aegipty. El virus mayaro ha sido detectado en Haití, y aunque estos primeros casos datan de 2015, después del paso del huracán Andrew, los epidemiólogos esperan un aumento en los casos y una posible propagación por el Caribe.
Los especialistas indican que este nuevo virus tiene síntomas similares al zika o chikungunya, por lo que puede confundirse con estos virus. Después de dos epidemias por enfermedades tropicales, llegó la hora de aplicar las lecciones aprendidas, mejorar prácticas y corregir errores en la cobertura de este tipo de temas.
A continuación recordamos 5 claves de las que ya hemos hablado en otras entradas para lograr una cobertura efectiva de este tipo de historias:
Evite el pánico
Si va hablar de este tema olvídese de encender alarmas con titulares llamativos pero no del todo ciertos. La exactitud en la información -por ejemplo los riesgos y alcances de la epidemia- ayudan más que las falsas esperanzas, el ruido y la alarma generados a partir de datos aislados o mal interpretados.
No pase de agache
Esta recomendación parece ir en contravía con la anterior. Pero la idea es encontrar el término medio entre no encender alarmas innecesarias y dejar pasar un tema importante y de claro interés general como si fuera algo secundario en la agenda de un medio interesado en sus audiencias.
Consulte fuentes confiables
En el afán diario y la lógica del ‘copy, paste’ del periodismo y de internet, es muy fácil caer en la trampa de citar sin conocer el contexto o el origen de la información. Así que tómese unos minutos y busque el estudio en el que hablan de la enfermedad. Para ayudarle, aquí lo tenemos.
Sea didáctico
Sin que ese sea el objetivo de este periodismo, si hacemos bien nuestra labor la información sobre salud termina siendo un servicio social, en la medida en que informa y empodera a las comunidades y sociedades para resolver problemas. Es claro que las personas no tienen por qué leer largos ensayos o citas confusas de los científicos. Así que haga la tarea no solo de simplificar el lenguaje, sino de poner las cosas en términos prácticos. Las infografías y guías, por ejemplo, suelen ser una buena salida para hablar de un tema complejo.
Haga seguimiento
Cuando los titulares pasan, la tragedia aún sigue ahí. En el caso del zika, por ejemplo, mucho se oyó sobre los efectos a largo plazo del virus, sin embargo poco se ha oído sobre lo que los sistemas de salud están haciendo con las personas que fueron afectadas por el virus. Así que no solamente todavía está a tiempo de seguir de cerca el tema del zika, por ejemplo, si no de hacerlo cuando aparezca el mayaro, o cualquier otra epidemia en la región.