La página, llamada ‘Instagram Well Being’, ha sido calificada como una respuesta de la red social a su profundo impacto en las vidas sociales y la salud mental de los adolescentes.
Para muchos padres, entender las herramientas digitales que utilizan sus hijos es un poco como ir a un país extraño, donde no se conocen bien el idioma ni las costumbres. Con eso en mente, a comienzos de septiembre Instagram creó una nueva página para que los padres de familia entiendan un poco mejor cómo pueden cuidar a sus hijos adolescentes en esa red social.
La página, llamada ‘Instagram Well Being’ (bienestar en Instagram), está disponible en inglés y en español y permite conocer las diferentes funciones de seguridad, privacidad y bienestar que tiene esa red social. Muestra cómo acceder a opciones de control de tiempo o al bloqueo de usuarios, contenidos o comentarios, y explica las reglas de uso y la ‘normas de la comunidad’ que rigen la plataforma.
Con 1.000 millones de usuarios, muchos de ellos menores de edad, Instagram se ha convertido en una de las plataformas más usadas por adolescentes para comunicarse e interactuar. Muchos de ellos pagan un costo en su bienestar por hacerlo (la edad mínima para acceder a la aplicación es 13 años).
Un estudio de la Real Sociedad para la Salud Pública (RSPH, por sus siglas en inglés) del Reino Unido, hecho en 2017, encontró que esta red social es la más nociva para la salud mental de los adolescentes, pues tiene consecuencias negativas en la autoimagen, los hábitos de sueño y la ansiedad entre los adolescentes británicos. Otros estudios, recopilados por Quartz, muestran resultados similares en otros países.
Aunque la red social no se ha pronunciado oficialmente sobre esas investigaciones, muchos comentaristas que el nuevo sitio como una reacción al clima hostil que a veces se vive en Instagram. La periodista Ashley Carman, del sitio especializado en tecnología The Verge, escribe que la existencia de este sitio “deja claro que Instagram tiene efectos profundos, positivos y negativos, en las vidas sociales de los adolescentes”.
Su mismo fundador, Kevin Systrom, ha sido testigo de primera mano de algunas de las interacciones nocivas que suceden en esa red social. Como cuenta un reportaje de Wired, Systrom se puso la misión de que “Instagram fuera el lugar más agradable de todo el ‘bendito’ Internet” luego de que en 2016 los comentarios de una de sus publicaciones, en la que aparecía acompañado de un grupo de influenciadores, fuera ‘colonizado’ por trolls (usuarios abusivos).
Desde entonces, según Wired, Instagram ha venido trabajando en varias herramientas para mantener a raya algunos contenidos abusivos. La compañía se ha concentrado en utilizar las capacidades de inteligencia artificial de Facebook, su ‘casa matriz’, para detectar comentarios abusivos. Más allá de filtrar una lista de palabras soeces o insultantes, los algoritmos buscan ‘aprender’ a detectar contenidos abusivos de acuerdo con el contexto: una palabra o un ‘emoji’ puede ser inocente una publicación y una ofensa en otra, y la diferencia no es evidente para quienes no conocen el lenguaje interno de algunas subculturas digitales.