Se celebra el Día Mundial de los Supervivientes de Cáncer.
A lo largo de todo el año se conmemoran al menos cuatro días dedicados a llamar la atención sobre la magnitud del problema del cáncer para la salud mundial. Empezando por el Día Mundial del Cáncer el 4 de febrero; pasando por el mes de octubre, dedicado a la Concientización Sobre el Cáncer de Mama; y finalizando por el 21 de diciembre, Día del Niño con Cáncer.
Pero esta es una fecha realmente especial, pues representa una gran oportunidad para que los periodistas hablen del cáncer con un enfoque positivo: desde la perspectiva de aquellas personas que han logrado vencer la enfermedad.
El Día Nacional del Superviviente de Cáncer es una iniciativa que se viene llevando a cabo desde hace tres décadas gracias a la National Cancer Survivors Day Foundation. Se conmemora todos los años el primer domingo de junio.
Al contar las historias de estos héroes, tenga en cuenta que los pacientes de cáncer tras finalizar los tratamientos afrontan dificultades en el ámbito laboral, familiar, psicológico y social. Se generan una serie de necesidades que no son tenidas en cuenta, y que es necesario dar a conocer a toda la sociedad para que se atiendan correctamente.
Por eso, tenga presentes los siguientes aspectos que resalta el Informe sobre las necesidades de los supervivientes de cáncer, realizado por el El Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC). El reporte es resultado de una encuesta en la que participaron 2.067 supervivientes, y que pone de manifiesto los principales problemas a los que se enfrentan las personas que han superado un cáncer:
Necesidades de salud
El final de los tratamientos no significa que el proceso oncológico haya finalizado, ya que éste contempla revisiones médicas para garantizar el control de la enfermedad, la detección precoz y el tratamiento de posibles secuelas. Ya que no existe nada que garantice que el tumor no vuelva a aparecer, el seguimiento médico adquiere gran importancia.
Las secuelas físicas que puede dejar un cáncer son amplias y variadas. Desde pérdida de energía y cansancio, hasta dificultades en el terreno sexual. Problemas en la micción, pérdida de memoria y concentración o dificultad para caminar o desplazarse son efectos adversos que puede dejar la enfermedad.
Necesidades psicológicas y sociales
El cáncer provoca un torbellino de emociones en la persona afectada, de tal manera que su manera de relacionarse con las personas de su entorno cambia al igual que su forma de ver la vida. La difícil experiencia por la que se ha pasado provoca inevitablemente el miedo a la recaída en la mayoría de los supervivientes, así como episodios de angustia, ansiedad y preocupación. Preocupan los cambios físicos que la enfermedad ha causado, cómo les verá la pareja, cómo es la relación con los más allegados y cómo cambia el día a día.
La enfermedad te hace aparcar algunas de tus aficiones, tus proyectos personales y la dinámica de tus relaciones sociales.
Necesidades laborales y económicas
Muchas personas que han tenido un cáncer se han visto forzadas a interrumpir su actividad profesional. La reincorporación al mundo laboral después de la enfermedad es un camino difícil ya que debe ser una decisión tomada de forma reflexiva y autónoma y no como respuesta a presiones sociales y familiares o del equipo sanitario y el tribunal médico.
La vuelta al trabajo puede generar sentimientos de discriminación o desigualdad debido a la enfermedad, la imposibilidad de trabajar al mismo ritmo que antes o continuar con los estudios que se han quedado aparcados. El cáncer puede ser causa de un impedimento en la promoción profesional o directamente, la pérdida del empleo. Estos son motivos que pueden acarrear problemas económicos para los afectados, agravados por posibles gastos para material ortopédico, farmacéutico o ayuda en el domicilio.
Necesidades legales
El proceso oncológico puede generar muchas dudas legales sobre incapacidad laboral, prestaciones, ayudas sociales, excedencias, grado de discapacidad, cuidado de familiares o menores, faltas al trabajo por citas médicas, despidos improcedentes… También es el momento de abordar cuestiones como las negligencias sanitarias y las reclamaciones que puedan surgir derivadas de todo la situación sanitaria, así como la petición de una segunda opinión, cambio de hospital, atención médica en el extranjero o acceso a los tratamientos.
A raíz del diagnóstico de un cáncer los pacientes pueden ver comprometidos sus seguros de vida y salud, procesos de adopción o la renovación del carnet de conducir.
***
También recomendamos leer: El cáncer, una enfermedad de salud pública en América Latina | Seminario web con Elmer Huerta
***