Natalia Viana ha sido periodista por 18 años. Es cofundadora y codirectora de la Agéncia Pública de Periodismo Investigativo, la primera organización sin ánimo de lucro de su tipo en Brasil, fundada y dirigida por mujeres. Ha cubierto asuntos sociales internacionales, desde los refugiados tibetanos en el norte de la India y la masacre de indígenas en Colombia y en los barrios marginales de Cancún, México, hasta las violaciones de derechos humanos del régimen autoritario de Angola y su relación con la empresa brasileña Odebrecht. Es autora y coautora de cuatro libros sobre violaciones de derechos humanos: Plantados no chão (Plantados en el suelo) (Conrad, 2007), una denuncia sobre los asesinatos políticos en Brasil entre los años 2003 y 2006; Jornal Movimento, uma reportagem (Periódico Movimiento: un reportaje) (Manifesto, 2010), sobre un periódico que hizo resistencia a la dictadura brasileña; Habeas corpus: que se apresente o corpo (Habeas corpus: que se presente el cuerpo) (Secretaria de Direitos Humanos, 2010), sobre los desaparecidos políticos en Brasil; y el libro electrónico O bispo e seus tubarões (El obispo y sus tiburones), sobre el juicio político al presidente Fernando Lugo en Paraguay (Agência Pública, 2013). Como reportera y editora, ha ganado diversos premios de periodismo, entre ellos el Premio Vladimir Herzog de Derechos Humanos (2005 y 2016), el Prêmio Comunique-se (2016 y 2017), el Prêmio Trofeu Mulher Imprensa (2011 y 2013) y el Premio Gabo en la categoría de texto (2016), del cual ya había sido finalista en la categoría de texto en 2013. En 2016 fue la periodista más galardonada de Brasil, según el ranking del sitio Jornalistas & Cia. Natalia coordina los LABs, laboratorios de innovación en la Casa Pública, en Río de Janeiro; entre ellos, la aplicación móvil Museu do Ontem (Museo del ayer), ganadora del Web Summit Award en 2017. En 2018, fue reconocida como emprendedora social de la red Ashoka.