¿Cuál es la diferencia entre un medio de prensa de izquierda, pero independiente, con aquel que responde a los lineamientos de un partido de izquierda? ¿Se puede ser independiente teniendo una línea editorial de izquierda? En los códigos de ética periodística se rechaza la utilización de un medio de comunicación y del ejercicio periodístico a favor de un partido, un gobierno, un grupo económico o una persona porque así se usurpa el derecho que toda la sociedad tiene a una información libre, en cuanto esta es un bien social.
Sin embargo en esos códigos, o en las regulaciones adoptadas por los manuales de estilo, no se les prohíbe a los periodistas ni a los medios tener un punto de vista político, o religioso, o filosófico. La expresión de ese punto de vista, desde luego, tiene sus reglas: Ha de ser incluyente. Debe coexistir, en pie de igualdad, con otros puntos de vista. De no ser así, dejaría de ser un punto de vista para convertirse en un dogma.Ha de presentarse como una parte de la información, pero no como propaganda. La propaganda se concentra en una parte de los hechos, la que conviene al punto de vista, y silencia o minimiza lo que no le conviene. El periodista, al contrario del propagandista, presenta todos los puntos de vista.El receptor de la información debe tener la seguridad de que el periodista da su punto de vista porque lo cree cierto, pero admite que otros puntos de vista también pueden serlo. Por tanto deja abierta la posibilidad de explorar y valorar otros puntos de vista.El punto de vista del periodista o del medio, no podrá alterar los hechos. Estos se consideran sagrados e inalterables de ninguna manera manipulables a favor o en contra de un punto de vista.Se reconocen estas normas que preservan la verdad de los hechos, cuando el periodista y el medio de comunicación admiten su punto de vista � de izquierda, de centro, de derecha, etc., y su deber de presentar los hechos sin alteraciones ni sesgos. Este equilibrio es el resultado de la independencia profesional del periodista.
Documentación.
Maggie Gallagher no dejaba de acordarse de las palabras que figuraban en aquel periódico universitario: "periodismo con un punto de vista".
A menudo se preguntaba el significado de este axioma, pero no fingía imparcialidad. Entonces ¿qué la diferenciaba de una propagandista o activista política? ¿Hasta qué punto podía considerarse periodista?
(...) ¿Qué características ha de tener una información para que podamos definirla como periodística? La veracidad y el compromiso con los ciudadanos hacen parte, sin duda, de esta definición. Y que desempeñe un papel de vigilancia y proporcione un foro para el debate público. Sin embargo, ¿dónde encaja el periodismo de opinión? ¿No constituye le neutralidad uno de los principios esenciales del periodismo?
La respuesta no puede ser "sí". Si así fuera habría que excluir de la profesión a columnistas y articulistas.
(...) Merece la pena redefinir la cuestión a fin de aclararla. Ser imparcial o neutral no es un principio esencial del periodismo. Y por objetividad nunca se quiere decir imparcialidad.
(...) Creo, dice Maggie, que uso y recuerdo siempre tres criterios en mi ambición por seguir siendo periodista -una periodista con un punto de vista-. El primero es un compromiso definitivo con la verdad. No digo nada a mis lectores que yo no crea que es cierto. O sea que Maggie suscribe todos los principios de veracidad y verificación de cualquier reportero.
A continuación opina que "uno puede ser partidario de ciertas ideas y aún así creer que tiene la obligación de ser justo con aquellos con quienes no está de acuerdo". Es necesario "ser sincero con los lectores, dejarles claros tus puntos de vista y tus preferencias".
En otras palabras Gallagher cree que el primer compromiso es con los ciudadanos, es proporcionar un foro público y entablar e impulsar el debate � no en que un bando venza a otro en la plaza pública. Esta es la diferencia entre periodista y propagandista. "No quiero manipular a mis lectores, lo que quiere es revelarles, comunicarles el mundo tal como yo lo veo".
(...) Así, pues, el paso crítico en la búsqueda de la verdad y de la información veraz a los ciudadanos, no es la neutralidad sino la independencia".
Bill Kovach y Tom Rosenstiel.
Los elementos del periodismo. El País. Bogotá, 2002. Páginas 132, 133 y 134.