¿Cuál es la función social del periodismo?

Respuesta: 

Periodistas y medios están ante la sociedad para informarla y para impedir que los poderosos la engañen. Es una función que prefigura el Heraldo en las sesiones del ágora ateniense. Se le daba ese nombre a un funcionario capacitado para escuchar los discursos que gobernantes, políticos y ciudadanos dirigían a los ciudadanos congregados en la plaza. Su función era advertir a la ciudadanía, una vez terminado cada discurso, lo que había de falso, de dudoso, de contradictorio o de engañoso en lo que acababan de oir, con el fin de que la oratoria oficial, o de los partidos, no se convirtiera en instrumento de manipulación. Parte de la función social del periodista consiste en la defensa del ciudadano ante las mentiras del poder. Esta, como se ve, es una tarea completamente distinta de la del relacionista público, servidor de las “verdades” de personas o instituciones; no de la verdad necesaria para toda la sociedad. Pero su tarea principal es la de ofrecer a todas las personas, cualquiera sea su condición política, social o religiosa, los elementos necesarios para saber lo que está sucediendo; sobre todo dentro de la actividad gubernamental que se relaciona con el bien público. Es quien mantiene a la sociedad despierta y vigilante sobre las gestiones que afectan – para bien o para mal- el bien de todos. Esto es lo que expresa la metáfora que ve al periodista y al medio, como los ojos, los oídos y la lengua de la sociedad.

Documentación

El periodismo es una aptitud, una capacidad, un conjunto de conocimientos y una destreza que no vale declamar sino probar todos los días. El periodista es un ser social activo. Puede decirse que en alguna medida ejerce un liderazgo social. Aun no proponiéndoselo el periodista influye sobre las circunstancias, los hechos, las conductas políticas, sociales económicas de su país. De la clase de periodistas que tenga un país, dependerá en mayor medida su éxito o retraso en la búsqueda de la justicia y la democracia, su independencia política y económica, así como el desarrollo y la consolidación de sus instituciones nacionales. Los tres males del periodismo son la impunidad, la solemnidad y la mediocridad. Quizás esta última sea una de las peores, junto con la corrupción y la baja calidad profesional. No basta con querer ser periodista, es necesario, absolutamente imprescindible, que se tengan aptitudes reales. El periodismo es esencialmente información. Por tanto, el periodismo es un instrumento de la comunicación social y, en consecuencia, es parte de la política. Manuel Buendía en Semillas de Periodismo. Edición de Omar Raúl Martínez. Universidad Autónoma de Nuevo León. 2010. Pp. 175, 176.