Lucho contra el machismo de la prensa deportiva. Después de publicar una información recibí un tuit de un lector: ”tanto que hablas de machismo en el deporte y al presentar a una mujer en una noticia la identificas primero como la 'exmujer de', y no por su actividad". Le respondí: "No soy el primero que se equivoca, y lamentablemente es conocida por eso".
¿Es un caso de machismo? ¿Debo disculparme públicamente y cambiar el enunciado? R.- La observación del tuitero vale porque manifiesta un hecho real: el peso y la presión de una costumbre. En este caso es la mala costumbre periodística de darle más relieve a detalles que pertenecen a la esfera de lo personal, pero que satisfacen la curiosidad del lector. Cuando se sigue esa costumbre, así sea de modo casi inconsciente, la publicación contribuye, y en qué forma, a la discriminación informativa sobre la mujer.
Ese hecho, explicable como manifestación de una sicología colectiva, puede ser el punto de partida para una actitud ética que lleva a ganar en calidad humana: informar desde una severa vigilancia para neutralizar los imperativos de las costumbres establecidas en las redacciones y en la vida social, de modo que una mujer se la dé a conocer más por su calidades profesionales que por los fracasos de su vida personal.
El tema vale la pena para una columna o para proponer un debate.
Documentación
Medidas que han de adoptar los medios de comunicación y las agencias de publicidad
Elaborar, en la medida que ello no atente contra la libertad de expresión, directrices profesionales y códigos de conducta y otras formas de autorregulación para fomentar la presentación de imágenes no estereotipadas de las mujeres.
Establecer directrices profesionales y códigos de conducta respecto de los materiales de contenido violento, degradante o pornográfico, sobre las mujeres en los medios, incluyendo también la publicidad.
Introducir la perspectiva de género en todas las cuestiones de interés social, para las y los consumidores, y la sociedad civil.
Aumentar la participación de las mujeres en las decisiones que se toman en los medios a todos los niveles.
Promover un reparto igualitario de responsabilidades familiares entre hombres y mujeres, mediante campañas en los medios que hagan hincapié en la igualdad entre mujeres y hombres y que eliminen los estereotipos sexistas sobre las funciones que ambos desempeñan dentro del hogar, y para que difundan información destinada a eliminar las prácticas de abuso doméstico de cónyuges niñas y niños, y en general todas las formas de violencia contra mujeres, incluida la violencia en el hogar.
De los Objetivos estratégicos y medidas referidas a los medios de comunicación, en la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres. Pekín, 1995.
Consultorio Ético de la Fundación Gabo
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