Relatoría Seminario 'Periodismo en la era digital. El valor de lo inmutable'
12 de Octubre de 2016

Relatoría Seminario 'Periodismo en la era digital. El valor de lo inmutable'

Varios miembros del consejo rector, maestros y amigos de la FNPI, se congregaron para celebrar los 15 años de la Fundación en el Claustro de Santo Domingo, originalmente un convento construido en el siglo XVI, ahora sede del centro de formación de la Agencia Española de Cooperación, en pleno centro histórico de Cartagena de Indias. El objetivo: llevar a cabo el seminario “Las nuevas reglas del periodismo: entre la utopía y las restricciones”.

Cartagena de Indias (Colombia),12 de marzo de 2010 

Organizado por: 

  • Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI)
  • Corporación Andina de Fomento (CAF) 
  • -Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo(AECID) 
  • Red Assist, Fundación PROA y Tenaris TuboCaribe

Relator: Jairo Echeverri García

Edición: Carlos Serrano Castro

Contexto:

Varios miembros del consejo rector, maestros y amigos de la FNPI, se congregaron para celebrar los 15 años de la Fundación en el Claustro de Santo Domingo, originalmente un convento construido en el siglo XVI, ahora sede del centro de formación de la Agencia Española de Cooperación, en pleno centro histórico de Cartagena de Indias. El objetivo: llevar a cabo el seminario “Las nuevas reglas del periodismo: entre la utopía y las restricciones”.

Cabe advertir al lector que siempre en este tipo de reuniones, en las cuales se juntan personas de distintas nacionalidades y diferentes perfiles, pero con un común denominador, el amor por el periodismo y la palabra escrita, los símiles, metáforas, anécdotas, hipérboles, analogías, paradojas, en fin… todo recurso literario del manual brota de estos individuos de una forma instinctiva, convirtiendo sus intervenciones en discursos repletos en muchas ocasiones de originalidad, pasión y sentido del humor. Entonces, si en algún punto de esta relatoría por un momento siente que las palabras de uno u otro ponente se ha desviado del tema en cuestión, no se afane, cuando menos lo espere éste hilará sus ideas, con la naturalidad que una araña teje su red, y pondrá sobre la mesa sus argumentos.

Mapa de ruta del maestro de ceremonia

Después de haber tenido la oportunidad los días antes del seminario de socializar en un coctel ofrecido en la sede de la FNPI, bromear una y otra vez sobre el nombre del hotel en el cual la Fundación los había hospedado “Hotel Delirio”, conocerse o ponerse al día,  y tocar superficialmente algunos de los temas que se discutirían en el seminario, los invitados ya estaban listos para exponer sus ideas sobre la ética periodística en la era digital y sería Jaime Abello Banfi, Director General de la FNPI, en su tradicional papel de moderador o “maestro de ceremonia” como él lo denomina, el que abriría la sesión. 

Abello comienza planteando uno de los dilemas del periodismo hoy, el hecho de que en la actualidad, a un bajo costo, cualquiera puede comunicarse globalmente, emitir sus ideas y contar historias gracias al sin fin de oportunidades que ofrece internet, que puede ser visto como un vehículo de comunicación, pero también como una nueva dimensión de la realidad, cambiando el modo en que los humanos se relacionan con el mundo y entre si. “Ser periodista ya no es sólo cuestión de pertenencia a un medio de comunicación o de recibir un salario o un estatus profesional” afirma Abello. 

También recuerda una de las frases de Gabriel García Márquez que dice que “son inseparables la ética y la técnica en el periodismo como el zumbido y el moscardón” y el texto En defensa de la utopía de Tomás Eloy Martínez, otro de los bastiones de la FNPI, y se pregunta ¿Cuáles son los nuevos elementos de esa sustancia ética que define el periodismo? ¿Qué caracteriza al periodismo, qué lo define o lo distingue?¿Debemos apuntar a la creación de un código de ética periodística para este nuevo contexto digital?

“La ética floreciente” por Javier Darío Restrepo

Una vez planteados los objetivos de la reunión, toma la palabra Javier Darío Restrepo, director del Consultorio Ético de la FNPI. Para Javier Darío “en el primer taller de ética, hace 15 años, el enfoque y los problemas eran otros, pero los valores y principios son los mismos”. Recuerda como, en ese entonces, al comparar códigos éticos de todas partes se detectó que la verdad, la responsabilidad y la independencia son ideales que todo periodista debía seguir. “No se trata de averiguar fórmulas para resolver situaciones complejas, si no de cómo orientar la vida profesional, cómo ser un periodista de excelencia. Y en eso estábamos cuando llegó internet, que planteó los mismos problemas e ideales éticos de los medios tradicionales, pero amplificados”. 

Según Javier Darío, el ciberespacio crea una inmunidad frente a lo ético y por ese motivo adquieren vigencia más que nunca los derechos de privacidad, información veraz, propiedad intelectual, respeto del buen nombre y de la fama. “Como nunca las palabras y las acciones del ser humano cuentan con una resonancia universal, para bien o para mal. Siempre estuvo abierto el hombre a este mundo de los valores, pero nunca tuvo a su disposición instrumentos tan eficaces y poderosos para hacer posible su florecimiento como persona.” (Descargue el discurso de JDR)

Héctor Feliciano, por su parte, comenta que las nuevas tecnologías han llevado a que sea el propio individuo el que siga su ética, y “que ésta no sea impuesta por un jefe o una empresa ni por nadie”. 

Las transformaciones tecnológicas y sus efectos

El turno es ahora para Francis Pisani, autor, bloguero y columnista francés. Francis inicia recordando cómo en la última reunión sobre ese tema enseñó un teléfono celular diciendo que ese aparato se iba a volver importante. Desde entonces la tecnología ha avanzado a pasos tan rápidos que no sólo tiene un iphone en sus manos, con el cual puede estar conectado a internet todo el día e incluso transmitir a muchos lo que sucede en el seminario en tiempo real, también es dueño de un Kindle con el cual puede leer libros digitales de forma fácil y cómoda. “Lo que cuenta son las historias que contamos. No las herramientas” dice Pisani.

Pisani sostiene que hubo dos factores que golpearon a los medios, la crisis económica y el cambio social y tecnológico, y que se usa el primer factor como excusa para no ocuparse del segundo y los cambios coyunturales que implica. Recuerda que según Javier Darío Restrepo, el amo siempre es el lector y al ver que los “lectores/ usuarios” están usando la red cada vez más y adquiriendo practicas y culturas que modifican sus expectativas, algo que nos debemos preguntar es ¿Cómo adapatarnos a las nuevas expectativas de los usuarios?

Francis afirma que se habla de periodismo económico, político, etcétera, pero no se debe hablar de peridismo digital si no de periodismo en la era digital y recuerda dos frases de Gabo en el texto El mejor oficio del mundo: “El manejo profesional y ético de la grabadora está por inventarse”, haciendo referencia a que en ese entonces el problema para Gabo era la grabadora, y “Las transgresiones éticas, y otras tantas que envilecen y avergüenzan al periodismo de hoy, no son siempre por inmoralidad, si no también por falta de dominio profesional”. Por otra parte, para Francis es demasiado ambicioso pensar en un código de ética en la era digital porque las cosas cambian muy rápido y todavía se está buscando un consenso, sin embargo, sí se puede hablar de unas recomendaciones de conducta como un primer paso.

Según Pisani, estas son algunas expectativas que cambian con las prácticas en la web y datos sobre tecnología que no tienen que ver directamente con el periodismo, pero que no se pueden ignorar:

  • Los blogs tienen ahora la primicia antes que los medios tradicionales. 
  • La primera fuente de información ya no son los portales tradicionales de noticias… es Wikipedia, que no necesita de expertos sino de personas que sepan de algo. 
  • La gente pasa 80 o 90 % del tiempo en Google, Wikipedia, Facebook o Ebay.
  • En Facebook privilegian la información de amigos, no de expertos. 
  • Facebook con sus 400 millones de usuarios crece de una manera vertiginosa diariamente
  • En el caso de eBay los usuarios toman decisiones sobre su dinero confiando en gente que no conocen. 
  • Twitter está tomando auge. Las noticias en tiempo real son su atractivo. Hoy en día la gente va primero a Twitter y, por otro lado, fue la primera fuente de información que se pudo utilizar después del terremoto en Chile y Haití. 
  • En Google la gente encuentra respuestas instantáneamente. 
  • Entre el 50 y el 80% del tráfico de un sitio de información proviene de un motor de búsqueda, ya la primera plana no cuenta.
  • La cantidad de información digitalizada se multiplica por 10 cada año

Al principio ninguno de estos sitios web tuvo que ver con el periodismo, pero es un hecho que la gente pasa tiempo ahí y se adquiere cierta cultura. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que internet es tanto para enviar como para recibir información. Lo que la gente más usa es la comunicación horizontal, por lo tanto, el objetivo ahora es ayudar a los lectores a que encuentren la información de calidad, optar por subir el nivel de las conversaciones, por difundir o ampliar el impacto de las buenas prácticas y la ética. 

Otro de los puntos de Francis consiste en que debemos aprovechar la abundacia o exceso de información. ¿Dónde está el periodismo de dato, ese que aprovecha las métricas y cifras que arroja internet? Pregunta, y pone como ejemplo a Google, que interpreta cada clic en un titular como un punto positivo para ese contenido, o Wal Mart que perfila a sus compradores de acuerdo a qué compran regularmente. 

Surgen entonces varias preguntas o retos, ¿Qué estamos haciendo con todas esas estadísticas y bases de datos? ¿Cómo integramos el tiempo real en el trabajo periodístico que queremos hacer? ¿Cómo hacemos para que la cobertura en tiempo real sea compatible con el periodismo serio y cual sería la ética del tiempo real para los periodistas? También, ahora que sabemos que la audiencia está interesada en participar es necesario descifrar las ventajas de la construcción de conocimiento con ella, sobre todo si se tiene en cuenta que los periodistas no llegan a las situaciones que más interesan a la gente como la vida de barrio y las catástrofes naturales.

Para terminar Francis Pisani llama la atención acerca de cómo los poderes ya no funcionan como antes. “En el mundo siempre ha habido fuerzas considerables que combaten la verdad” y la manipulación en internet no es imposible. Por ejemplo en Digg o Twitter, sólo con pedirle a muchas personas que voten por mi escrito puedo hacer que éste se posicione en esas redes. Francis advierte que incluso en algunos paises (Iran, China) hay un manejo sofisticado de la tecnología para controlar a los ciudadanos. La conclusión: tenemos que aprender a hacerlo mejor que ellos. Jaime Abello recuerda que ese mismo día es el Día mundial contra la ciber censura y Reporteros sin fronteras informa cuales son los países en peligro de la censura 2.0., entre ellos Cuba en Latinoamérica. 

Estas son algunas de las modificaciones, mencionadas por Pisani, en el ejercicio del periodismo gracias a las TIC y las desventajas a tener en cuenta:

  • Exceso de información que abruma (pasamos de querer romper los secretos de los poderosos a que nos bombardeen de información).
  • Capacidad de esconder la identidad
  • Capacidad de modificar documentos digitales
  • Plagio y copy- paste
  • La facilidad de propagar rumores
  • Naturaleza de las fuentes (¿confiables o no?)
  • Periodistas y no periodistas informan
  • El modelo económico de las publicaciones online no es claro y la independencia fundamental para la ética del periodista está en juego.
  • La capacidad de hacer daño es enorme. La transparencia es la nueva objetividad.

Ser periodista… cuestión de actitud

Empieza entonces Jean-François Fogel ampliando la idea de Pisani de que es difícil llegar a un consenso sobre este tema y pone el ejemplo de la agencia Reuters y como cambió su código ético con respecto a las redes sociales, donde una de las normas decía que había que preguntarle al jefe que si se podia usar Twitter. En cambio, la BBC, en la segunda versión de su código que habían actualizado por última vez hace 5 meses, incentiva a sus empleados para que usen esta red social. “Estamos en un momento en el que cada uno intenta definirse y buscar su ubicación frente a un cambio continuo. Es bastate difícil porque es como apuntar a un blanco que se desplaza. Si apuntamos a producir reglas en el mundo digital tendremos que volver en unas semanas a Cartagena para sacar otra versión” dice Fogel. 

Para Fogel, en lugar de hablar de las reglas, hay que preguntarse qué es un periodista. ¿Una persona que se dedique a recoger datos y hechos y los ponga en una forma a través de un soporte y lo difunda en una organización? Pero, “¿Cómo sabemos que esa persona es un periodista si eso lo pueden hacer centenares de personas en el mundo?”, se pregunta. Antes lo que definía al periodista era el acceso a diferentes instrumentos (fuentes, cables de las agencias de noticias, utilizar ciertas bases de datos) pero todo eso ha desaparecido. 

“Hemos tenido una revolución marxista: apropiación por parte del pueblo de los instrumentos de producción de la información sostiene Fogel y dice, siguiendo con la analogía, que esa revolución terminó, afortunadamente, con la clase insoportable de los periodistas que sometían al pueblo a sus deseos y producciones. Para él, lo que define al periodista no puede ser con base en las herramientas ni con el acceso a las fuentes. La única definición tiene que ver con la actitud, la manera de comportarse. Trae a colación los tres puntos de Javier Darío Restrepo cuando dice que un periodista se vincula con tres palabras: verdad, responsabilidad e independencia. Fogel piensa parecido, dice que el periodismo es una voz independiente, desinteresada y responsable y explica que no se puede confundir la voz del periodista con la voz de la persona que trabaja en propaganda que intenta conseguir un voto, ni con el de la publicidad que intenta conseguir un comportamiento del consumidor, ni con la voz del artista que intenta conseguir una emoción, ser periodista es otra cosa. 

Un periodista actúa de cierta manera frente a la información. Hemos aprendido que un periodista no disfraza ni esconde su identidad y actúa como un ser responsable frente a la sociedad. Se supone que el periodista rechaza la capacidad de modificar documentos digitales. Lo mismo frente al plagio y frente a los rumores. Fogel plantea que intentar ser responsable en la época del tiempo real y de la abundancia de la información plantea problemas. “¿Qué hacemos con respecto al estándar del “tiempo real” que plantea Twitter? ¿Qué hacemos con relación a la modificación al espacio donde trabajamos, un espacio que ahora incluye a la audiencia?” pregunta de forma retórica. 

La respuesta de Jean-François a lo anterior es que el rol del periodista cada vez más se va volviendo como administrador de esos flujos de conversaciones, algo similar a lo que decía Pisani cuando hablaba de subir el nivel de las conversaciones en la red. “El periodista es la persona reconocida como tal por la audiencia” dice Fogel “asi como hemos perdido el acceso a las herramientas y las fuentes, también hemos ido perdiendo el impacto de la audiencia”. La conclusión del maestro es que vamos a ver la aparición de varios tipos de periodismo (profesional y aficionado pero responsable). 

Para terminar, Fogel insiste en que no podemos entrar en corporativismos ni en el juego de los periodistas que se creen amos de la información. “La ética del periodismo es una ética del dialogo con una audiencia que tiene derecho a expresarse y a convivir con los periodistas de los medios de comunicación. Pero hay elementos de ética que existen que tienen que ver con la manera de comportarse y con la relación con la audiencia. Ellos deciden qué es periodismo y qué no”.

“Internet no reemplaza la reportería”

Se integra entonces a la discusión Marcelo Canellas, reportero especial de TV Globo y ganador del Premio Forum 2007 CEMEX+FNPI, quien sostiene que el “periodismo es una forma de conocimiento” distinto a la ciencia, al arte, pero no es sólo un conjunto de técnicas para narrar un hecho. Es una forma de conocimiento que tiene sus aspectos particulares. Según Marcelo “hay que pasar por todo un recorrido de la abstracción a través de un proceso de superación de las apariencias”. La ética del periodista no es diferente a la ética del ciudadano. Lo que me molesta como ciudadano me molesa como periodista, dice Canellas. No se puede tener una ética como periodista y otra como persona. Para Marcelo internet es importante, pero la presencia del periodista frente a los hechos es más fundamental. Dice que últimamente hay una cantidad de información sin la presencia del reportero, que es el sentido del periodismo y que herramientas hay muchas en el sentido físico, pero no podemos olvidar las teóricas ni la ética. “Lo que asusta de internet es que hay mucha información de segunda, tercera, cuarta ,mano, etcétera, sin verificar concluye.

Alma Guillermoprieto simpatiza plenamente con la tesis de Marcelo. “Es necesario hacer diferenciación entre la acumulación de datos en internet y la reportería. El internet no es una reposición de la reportería. Periodista es el que produce información verificable”. Por otra parte, trae a colación que al ver que internet está reemplazando a los periodistas, es una amenaza directa para la viabilidad económica de éstos. 

Perspectiva latinoamericana

Geraldinho Vieira decide intervenir en la discusión al plantear una pregunta “¿Cómo contribuimos hacia una reflexión sobre la ética de la audiencia dado que la audiencia ahora tiene las mismas herramientas y capacidad de difundir información? Por otra parte, propone plantear la discusión ética no solamente teniendo en cuenta las nuevas tecnologías si no también la situación política que vivimos especialmente en América Latina. 

En este punto de la discusión Jaime Abello recalca la función del Consultorio Ético de la FNPI que es aun más relevante en Latinoamérica en donde tal vez al interior de las organizaciones no hay un código de ética claro ni hay un jefe que guíe, a diferencia de organizaciones de talla internacional en donde esto siempre ha existido. 

Más aptitudes del periodista en la era digital

María Teresa Ronderos, en líneas parecidas a las de Fogel y Pisani, opina que es la calidad y la transparencia lo que diferencia al periodista de esa masa que está produciendo información, sea que trabaje en un medio tradicional o un blog. Para ella, hay que despojarse de la actitud de cuidar las fuentes y de no revelar de dónde se obtuvo la información. Lo que hay que hacer ahora es lo contrario, poner todo a disposición de la audiencia y eso ha sido difícil para muchos.

Para María Teresa, la calidad periodística tiene dos dimensiones: la capacidad de acceder y de manejar la información, además argumenta que la capacidad de explicar cobra relevancia cuando la información fluye por toneladas. “La gente ahora ayuda con comentarios” pero es el periodista y nadie más el que sabe cuál debe ser la agenda de cosas y cada vez es menos importante qué va arriba y qué va abajo, lo importante es cómo se cuenta. ¿Con qué insumos se alimentan las conversaciones públicas? “Me parece que uno puede hacer conversaciones divertidas e inteligentes que construyan y no una conversación que termina en lo que ya mucha gente cree que es internet que son todos estos comentarios horribles y esta cosa destructiva que no informa”.

Para María Teresa el periodismo transgresor pero con calidad es la norma, al referirse al periodismo que accede a información que no es fácilmente accesible pero con calidad. Por otra parte, dice que la ética de nuestro tiempo exige el doble de creatividad para ser atractiva en esa cacofonía de información. Ronderos finaliza con la idea que hay que incluir a todos los que no están en la red para que hagan parte de esa democracia al inventarse formas en que la gente que no tiene internet también participe, por ejemplo, con radios comunitarias, periodismo ciudadano o a través de alianzas con ONG o medios comunitarios que representen a esas personas. 

Identifiquemos lo inmutable

Por su parte, la tesis de Joaquín Estefanía, director de La Escuela de Periodismo Universidad Autónoma de Madrid/EL PAÍS, consiste en que hay que encontrar lo inmutable. Es decir, “las pocas cosas que no cambian con las nuevas tecnologías ni los nuevos medios”. Según Joaquín, el periodismo ciudadano está bien y hay que tenerlo en cuenta, pero no para un debate sobre la ética. “Para ese debate hay que tener en cuenta la oferta, lo que nosotros debemos hacer, nuestra autonomía como periodistas”. Los procedimientos son la ética, afirma Joaquín. “Ahí es donde hay que buscar lo inmutable”. La diferencia entre el periodismo y otras cosas que circulan en la red son los procedimientos, las formas de trabajar. 

Para él, hemos perdido el monopolio de la intermediación pero no hemos perdido el monopolio de los procedimientos, estos siguen en manos de los periodistas. Estos procedimientos son los de siempre: “un titular tiene que reflejar la información del contenido y no otra cosa; en caso de conflicto debemos acudir a dos o tres fuentes y no a una sola; tenemos que diferenciar entre opinión, información y publicidad; los rumores no son noticia; no podemos aceptar sobornos para hacer información; tenemos que respetar el derecho a la intimidad”. 

Joaquín está convencido de que la única forma para desamarrar este nudo es con los procedimientos, que son diferentes a las de otros oficios que también pueden hacer muy buenas cosas pero que no son periodismo. Por otra parte,  propone la idea de que la Fundación defienda las leyes de acceso a la información, que en el caso de España no existen. En torno a esto se forma un pequeño debate paralelo en el cual Jean-François Fogel dice que en Francia también existen trabas para los periodistas a la hora de solicitar documentos oficiales.

Periodismo verificable, el único verdaderamente confiable

Las palabras de Mónica González, actual directora del Centro de Investigación Periodística CIPER, hacen referencia al comentario deJoaquín Estefanía acerca de las leyes de acceso a la información. A Mónica le parece sorprendente que con lo atrasados que estamos en muchos aspectos en relación con los países europeos, a pesar de todo, hemos empezado a organizar nuestras historias.

Mónica sostiene que la mayoría de esas leyes de acceso a la información existen en nuestros países, pero el peligro que estamos corriendo en América Latina es que esas leyes se conviertan en letra muerta porque no existe ningún ente para fiscalizar que esa transparencia se cumpla. “Eso se burla de manera sistemática” dice y afirma que quienes hacen manejos turbios siempre van a encontrar formas de esconder y manipular la información. Por lo tanto, la labor del periodista es siempre ir mas allá y encontrar las nuevas fórmulas que tienen para manipular y esconder. “Sin ética los periodistas estamos en la ley de la selva”.

Mónica trae a colación la enseñanza que un periodista estadounidense ganador del Pulitzer dejó en CIPER hace dos años. Ese periodista, cuyo nombre no recordaba, dijo que él debía pedir perdón en nombre de todos los periodistas estadounidenses porque se habían embriagado con la información de internet. Se sabían muchos datos sobre el condado, cuantos perros había, el número de accidentes, cuantas personas andaban en bus, etcétera. Por meses los periodistas estadounidenses no se movieron de los asientos y les pasaron frente a las narices las torturas de Guantánamo en Irak. El ejemplo de González coincide con las ideas de Marcelo Canellas, entre otros, que defienden la reportería seria y en carne propia.

González también menciona que durante el terremoto de Chile, usuarios de Twitter y Facebook lanzaron información catastrófica de la desaparición de poblaciones enteras y de edificios lujosos que se destruyeron y en conclusión estaban construidos de forma estafadora. Despues, dice, se descubrió que todo era mentira. Para González, la información verificada, buscada por los canales regulares, es la única verdaderamente confiable. “Lo único que hay que tener es rigor porque después quién responde por ese ciudadano que causó el suicidio de otros por hacer pensar que sus familiares se habían muerto” y con respecto al ejemplo de los edificios mal construidos, es un deber responderle al ciudadano que está interesado en saber a quién demandar. 

Por otra parte, para González, en Latinoamérica tenemos que convivr con una doble realidad, la realidad del mundo que sí tiene acceso a internet y que sí está influido por ella y una gran parte de la población que todavía la desconoce y nisiquiera tiene acceso a una educación, a un techo seguro y menos a un plato de comida diario. 

La utopía de los dinosaurios

Daniel Santoro coincide totalmente con Mónica González en defender el periodismo profesional como la mejor herramienta de verificación. Además, está también de acuerdo con Geraldinho Vieira quien habla de ampliar la discusión sobre el impacto de las nuevas tecnologías al plano de la realidad político-empresarial del periodismo en América Latina. 

”En estos 15 años de la FNPI creamos una élite de periodistas que buscan la excelencia y una atmósfera de debate, entre otros objetivos. Muchos ya somos como una especie de dinosaurios en vías de extinción pero dinosaurios que pueden tener todavía una utopía ética”.  

Daniel Santoro plantea que la FNPI debería tratar de poner en marcha un proceso de autorregulación, sin intervención del Estado, publicado, actualizado y accesible a la audiencia para que lo usen de referencia e incluya normas como: 

  • Códigos de conducta empresariales siguiendo la idea de Javier Darío de que “nuestro amo es el lector”, o la audiencia activa. 
  • Decálogos de estándares profesionales que dispongan normas como: ninguna noticia puede ser publicada sin dos fuentes de información independientes entre sí. Adaptar el modelo del Washington Post. 
  • Defensor del lector siguiendo el modelo de The Guardian y de la Asociación de Ombudsman internacional. 
  • Una ley de libertad de conciencia de los periodistas para que todo esto sea una capa que ayude a combatir las presiones de algunos empresarios, poder político, las iglesias, etcétera.
  • Obligar a los empresarios a que creen redacciones con puestos de trabajo dignos. 
  • Tomar medidas para que las audiencias compartan estas normas. Internet no es un medio para insultar, por ejemplo.
  • Hacer un llamado para fijar más la idea de que el plagio es una falta ética y además, un delito. Pedir el respeto del copyright y rechazar el  copy/paste. 
  • Impulsar leyes de acceso a la información públicas y medidas de transparencia de los medios como, por ejemplo, quiénes son sus accionistas y qué intereses tienen. 

Según Santoro, enfrentamos algunos problemas graves para poder consensuar estas directrices con todas las partes interesadas: periodistas, empresarios, gobiernos, los blogeros y la sociedad civil. Por ejemplo, en países como Venezuela, Ecuador, Argentina y Brasil tienen sus opiniones muy polarizadas y entre esos actores que participan en la comunicación se intercambian agresiones. 

La propuesta a la que llegaron Santoro junto con Vieira, González, María Teresa Ronderos y otros en una conversación antes del seminario fue que una función de la FNPI debería ser tratar de reunir a representantes de periodistas, medios y gobiernos y discutir sobre autorregulación con los modelos de Gran Bretaña y el Consejo federal de prensa de Alemania. Podría pensarse en una alianza con la OEA y la UNESCO. El objetivo básico es muy simple: crear un clima de diálogo para este proceso de autorregulación en América Latina. 

Al finalizar Daniel Santoro su intervención, Jaime Abello vuelve al tema que planteó Mónica González acerca de la falta de periodismo verificable y pone sobre la mesa que ese problema no es exclusivo de los espacios digitales. El actual debate que pone en duda la veracidad de las historias del famoso reportero y maestro de la FNPI Ryszard Kapuściński (Q.E.P.D) es el ejemplo que Abello usa para apoyar su punto de vista. 

El sentido histórico y el combate contra la falsedad Enciende entonces su micrófono Luis Miguel González y habla acerca de cómo para él la ética implica poner límites, buscar garantías. “Tiene que haber un combate activo contra la falsedad y la confusión. Hemos sido muy pasivos con la información falsa y no hemos, como gremio, denunciado con suficiente vehemencia malas prácticas y falsedades”. Luis Miguel opina que hay una urgencia de recuperar una visión de largo plazo y que el exceso de información nos impide a veces ver dónde están las grandes carencias de la información.  

Por otra parte, Luis Miguel González dice que frente a las noticias en tiempo real se crea una paradoja y es recuperar el sentido histórico, “lo que es fundamental es entender qué significa el momento que estamos viviendo. Con frecuencia hay muchas respuestas de lo que sucede aquí y ahora que nos remiten al pasado. Se nos presenta el futuro en trozos y no sabemos a qué corresponde”. 

Control de daños y el caso Candelaria Schamun

Cristian Alarcón inicia con una anécdota, la historia de una joven y novata periodista porteña que trabaja con él en el diario Crítica que se llama Candelaria Schamun. Cristian cuenta que Candelaria, de una familia clase media de La Plata (Argentina), sin tener formación periodística, un día decidió crear un blog que se llama http://viajecomoelorto.blogspot.com y al cabo de un año había logrado 360.000 visitas. Había hecho un manejo increíble de la información y por ese motivo la habían convocado en Crítica.

Cristian le pregunta vía chat durante el seminario: ¿para ti qué es ser periodista? Candelaria responde: “captar historias y tener la hermosa posibilidad de contarlas, tener contacto con gente que de otra manera hubiese sido imposible conocer. Que te llamen y te digan gracias porque después de tu nota me van a construir una casa. Es estar un segundo en realidades totalmente diferentes y después volver a tu mundo”. ¿Qué cambia desde la ética de la bloguera a la ética del periodista? “Son dos cosas distintas, con el blog sentía que tenia el compromiso diario de encontrar algo que subir, un compromiso con la gente, era más berraca. Y la ética es algo que lleva uno todo el tiempo. Por ejemplo, siendo bloguera me ofrecieron ser agitadora del gobierno de derecha de Argentina y no acepté por mi ética, la ética va mas allá del periodismo, la ética está siempre”.

Cristian continúa diciendo que es difícil construir un codigo de ética para el periodismo en la era digital o ante las nuevas alternativas de la tecnología sobre todo porque la crisis de ética la vivimos en el interior de las redacciones todos los dias. “Sí, lo digital nos impone nuevos desafios éticos, pero el central pasa por las condiciones en que los medios de comunicación nos están haciendo trabajar”. También le inquieta lo que han dicho varios: que junto con las nuevas tecnologías ha venido ese daño o efecto colateral que traen. Con respecto a lo anterior opina que en lugar de hacer un código de ética sobre qué hacer bien, debemos hacer uno en el que pensemos cómo hacemos menos daño. 

En referecia a lo que dice Fogel que hay que evitar una actitud corporativa, Cristian dice que esto es prácticamente inevitable porque finalmente sí somos una corporación y ese corporativismo también se da cuando hay que tapar los errores de otro periodista. “Son cosas que vienen dadas, como la endogamia o la familia”, bromea. Hay cosas que tenemos que asumir, afirma refiriéndose al tema de las impurezas de las historias y de los sujetos. “Que seamos periodistas y respetemos códigos de ética no nos hace unos sujetos absolutamente transparentes y diáfanos, de la misma manera que el gremio periodístico no lo es”. 

Alarcón pasa a hablar de la audiencia y coincide con que debemos optar porque sea una audiencia educada y una voz cuestionadora y crítica. “¿Cómo es que los fascistas se organizan para que sean el 80% de las voces en internet?”, se pregunta. Parece que la tecnología no sólo nos presenta dilemas como la intervención de los textos, la propagación de rumores, la mentira recurrente, etcétera, si no tambien la manipulación de la audiencia. Cristian cuenta cómo unos de sus alumnos se complotaron para que una amiga saliera elegida la mejor diseñadora de un afiche que era premiada con un viaje a España; descubrieron la forma de hacer clic desde la misma computadora tantas veces como fuera necesario borrando el hecho de que fuera la misma persona. Dentro de poco se va un mes de vacaciones a España. “Hablo de lo que decía al comienzo, de cierto daño que debemos regular”, aclara.

Crisis de lo auténtico y sentimiento de abandono

Interviene entonces Donna de Cesare y menciona que hay una crisis con respecto a la manipulación de las fotografías. Habla de su experiencia siendo jurado y como muchos concursantes mandan rollos para evidenciar que las fotografías no fueron manipuladas. 

Al ir a barrios de escasos recursos, Donna siente que hay un sentimiento de abandono. Para ellos lo virtual es un mundo en que cada quien puede construir su identidad como quieren. Por un lado hay una crisis de lo auténtico y por otro lado hay una crisis causada por el sentimiento de abandono. De Cesare dice también que es importante trabajar en proyectos de largo plazo gráficamente. “Lo que está hecho con tiempo, el tiempo recuerda. Es importante tomar tiempo y no centrarnos en la velocidad”.

La ética y la tecnología en tiempos de Gabo periodista

José Salgar cuenta la anécdota de como estaban recientemente en una mesa él, Gabriel García Márquez, Daniel Santoro, Luis Miguel González y surgió el tema de la ética y la tecnología en la época que Gabo fue periodista en El Espectador. La conclusión fue que lo que pasa hoy pasaba exactamente en esa época. El Blackberry de ese momento era el plomo derretido que iba en las rotativas. “No hay que tragar entero, ese es el secreto del periodismo” dice y recuerda los comienzos de Gabo y como su llegada a El Espectador le inyectaba alegría caribeña a ese periodismo frio de Bogotá. Cuenta Salgar que se doblaron las ventas y que “de ahí salió la chispa que se convirtió tiempo después en el Premio Nobel”.

Últimas puntadas de recapitulación y conclusiones en progreso

Rompe el silencio Sergio Ramírez y reafirma la idea de que ha cambiado la naturaleza de la sociedad y como nos comunicamos pero esos mismos principios de hace 15 años deben seguirlo siendo en el futuro. “Va a haber muchos otros cambios pero no se tiene por qué alterar la ética. Muchos de los problemas que enumeraron son viejos… el plagio, el peligro de los rumores, la transparencia, la capacidad de hacer daño, eso ha existido siempre en el periodismo, lo único es que se ha multiplicado” dice Sergio. Recuerda a Yoani Sanchez, la bloguera cubana y la función que está cumpliendo y que a pesar de no se periodista recibió el premio Ortega y Gasset, apoyando la idea de Fogel de que es el público quien define quien es periodista o no. 

Un gran punto en común en medio de toda la discusión fue el regreso al origen, una búsqueda de lo inmutable, como lo llama Joaquín Estefanía. Para finalizar Francis Pisani insiste en que a pesar de todo, nuevos elementos han cambiado lo inmutable: el tiempo real, la relación con la audiencia, las nuevas formas de manipulación y el exceso de información e invita a todos a entender internet como un nuevo espacio de lucha. Hace énfasis de nuevo en que no es conveniente crear un código ético del periodismo en la era digital, pero propone que como un primer paso se pueden difundir las conclusiones del seminario, esperar las reacciones del público y las transformaciones por venir de este mundo tecnológico en constante cambio.

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