Han adoptado la práctica de tomar en forma masiva artículos textuales de otros medios, para reproducirlos sin citar la fuente. Lo hice notar, sin resultados.¿Debería realizarse alguna otra acción?
No todos los productos periodísticos están protegidos, por los derechos de autor, contra el plagio. Las noticias del día, o las informaciones de prensa, según el Convenio de Berna sobre protección de obras literarias " no se aplican a las noticias del día ni a los sucesos que tengan el carácter de simples informaciones de prensa. "
La protección legal cubre los trabajos periodísticos elaborados, como crónicas, reportajes, análisis, entrevistas, y tiene su fundamento ético en el respeto por el trabajo ajeno y en el compromiso con la verdad. No se puede hacer creer que una obra intelectual es de autor distinto a aquel que la produjo.
Cuando estos valores éticos no son suficientes para imponer acatamiento, deben intervenir las autoridades apoyadas en las leyes sobre derechos de autor. Cada país las tiene y, generalmente, están respaldadas por convenios internacionales sobre la materia. En esos convenios se entiende por plagio " el traspaso total o parcial de elementos integrantes identificativos del contenido de la obra ajena, mediante cambios más o menos disimulados para configurar una obra aparentemente propia. "
Esta definición de Della Costa es la que tienen en cuenta los legisladores para proteger el derecho de los autores a su obra y sancionar a los plagiarios.
Como es claro, en su caso, la primera apelación debe hacerse a la sensibilidad ética de los responsables del plagio el desconocimiento de esos valores, abre la necesidad de la instancia legal para proteger de un robo el patrimonio ajeno.
Documentación.
El hecho de que periodistas de 30 países incluyan en sus códigos de ética periodística esta norma, le da una validez universal a la condenación del plagio.
El código griego lo define como una explotación del trabajo de otros reporteros, conducta que los códigos coinciden en calificar como " una falta profesional grave" (Código de las Naciones Unidas.) o " violación de la ética" (Código de Felap) o " falta de integridad profesional" (Código de Unesco)Los periodistas belgas llaman " odioso y deshonesto" al plagio y los griegos lo miran como " una violación seria de las normas morales. "
El código de los periodistas franceses agrega a los conceptos anteriores su apreciación del no plagio " como una forma de respeto por el trabajo de los colegas. " En efecto, es frecuente encontrar el tema del plagio en los capítulos dedicados a los deberes entre colegas. Los griegos, por ejemplo, extienden el sentido de la palabra plagio a la búsqueda de privilegios a expensas de otros colegas. Los periodistas húngaros utilizan, al hablar de plagio, la figura de " abuso de los derechos de autor" y abarcan en su descripción no sólo los abusos contra el autor sino los del propio autor cuando entrega un artículo a diferentes medios sin advertirlo previamente.
Es comprensible esta importancia dada al plagio en los códigos de ética, por la naturaleza de la profesión y de los materiales que produce. Es una profesión en la que la entrega de los más oportunos y completos materiales informativos podría degenerar en una abierta piratería de datos. Los hechos, desde luego, no tienen propietario son la materia prima común para los periodistas. Pero la presentación de los hechos, los datos adquiridos en exclusividad y el enfoque original dado a su información e interpretación son propiedad de sus autores. Las líneas que señalan esa propiedad no siempre son claras y deben ser defendidas por las normas sobre plagio.
Herrán y Restrepo.
En Etica para periodistas. Edición latinoamericana. Tercer Mundo. Bogotá, 2001.