La Relatoría especial para la Libertad de Expresión ha establecido que los condicionamientos previos como veracidad, imparcialidad y otras son incompatibles con el derecho a la libertad de expresión basándose en que la exigencia de veracidad puede implicar la censura automática y que la doctrina de la información veraz constituye un retroceso para la libertad de expresión e información ya que este derecho protege hasta la información errónea, ya que solo la información producida con real malicia puede ser sancionada pero solo posteriormente.
Para resolver la dificultad de la corresponsal es menester entender que el ámbito de lo legal es distinto del ámbito de lo ético. Los documentos citados pertenecen al orden de lo legal y la pregunta implícita se refiere a lo ético.
Mientras legalmente existen esas incompatibilidades que anota la Declaración citada, desde el punto de vista ético la libertad, la verdad o la imparcialidad se exigen mutuamente, se complementan y se fortalecen. No puede haber libertad sin verdad ni acceso a la verdad sin libertad. La imparcialidad, por su parte, es el resultado de un ejercicio de la libertad y del compromiso con la verdad pero estas son decisiones éticas, es decir, personales y autónomas.
El ámbito de la ley es otro: es heterónomo, sus normas se imponen desde fuera y coactivamente, por eso resulta poco técnico e irrealizable imponer la verdad por ley. Esta pretensión desemboca en instrumentos como la censura, e impone la protección de la información errónea en nombre de la libertad formal limitaciones a las que se expone el legislador cuando pretende imponer por la fuerza de la ley, lo que debe ser aceptado libremente, como conducta personal fundada en valores éticos.
Documentación.
Las diferencias entre lo ético y lo legal se pueden sintetizar en los siguientes puntos:
Las normas legales permiten a las autoridades resolver problemas cambiantes de la sociedad y pueden ser modificadas cuando esos problemas desaparecen. En cambio la ética se refiere a actitudes y tradiciones permanentes fundadas en la naturaleza del hombre y son tan inmodificables como esa naturaleza.
Las leyes se imponen desde arribas, por la autoridad la ética surge desde abajo, desde la tma de conciencia que hacen los individuos sobre su naturaleza, o la naturaleza de sus actividades.
Lo legal depende de la autoridad del Estado que puede cambiar o mantener según las necesidades de la comunidad la ética nace del buen sentido de la raza humana, es la expresión de su conciencia.
Lo legal se obedece por la coerción que ejercen, desde fuera, las autoridades. Lo ético, en cambio, va en la conciencia de cada persona y se impone por sí mismo, sin necesidad de coacción externa.
La ley es positiva, es decir, interpreta remotamente la ley natural por una aplicación mediata de sus exigencias la ética es la ley natural en acción, es su expresión más directa.
Las leyes buscan resolver problemas planteados por la convivencia entre los seres humanos la ética busca la armonía del comportamiento humano con su propia naturaleza.
Las exigencias de la ley son mínimas porque deben conciliar los intereses de la mayoría las exigencias éticas son de fondo, porque tocan la naturaleza del hombre y sus obligaciones consigmo mismo y con los demás.
Herrán y Restrepo.
En Etica para Periodistas. Edición latinoamericana. Tercer Mundo. Bogotá. 2000.