Consultorio Ético de la Fundación Gabo
29 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

La noticia en televisión es de mínima profundidad, nosotros quisimos encontrarla pero no lo logramos. ¿Qué pasa con ese fenómeno? Los investigadores (Cf. Documentación) están de acuerdo en que el solo uso de la imagen y del sonido limita, porque reduce la información a los datos que se pueden percibir a través de los sentidos.
Esta limitación se acentúa si se aplica como principio inmodificable que la noticia en televisión tiene que ser espectáculo. Esto da por resultado unas noticias que sólo son imagen y sonido, y en que la realidad se ha alterado para que aparezca como un espectáculo, o sea una realidad incompleta y maquillada.
Pero las imágenes y sonidos pueden manejarse de modo que, además de ser una apelación a los sentidos, también interpelen y activen la inteligencia: esto sucede cuando se hace análisis en la televisión y con los medios de expresión que ofrece este medio se comparan hechos, versiones, opiniones, se examinan antecedentes, contextos y posibilidades y se extraen conclusiones. No es un trabajo frecuente en la televisión, pero cuando se hace dignifica el periodismo televisivo porque aparece guiado por el valor ético del compromiso con la verdad, que induce a dar la versión completa de los hechos que, como es obvio, no es solamente la que dan los sentidos sino la que muestra la inteligencia.

Documentación.

La televisión puede, paradójicamente, ocultar mostrando. Lo hace cuando muestra algo distinto de lo que tendría que mostrar si hiciera lo que se supone que se ha de hacer es decir, informar, y también cuando muestra lo que debe, pero de tal forma que hace que pase inadvertido o que parezca insignificante, o lo elabora de tal modo que toma un sentido que no corresponde en absoluto a la realidad....
Los periodistas tienen unos lentes particulares mediante los cuales ven unas cosas, y no otras, y ven de una forma determinada lo que ven. Llevan a cabo una selección y luego elaboran lo que han seleccionado.El principio de selección consiste en la búsqueda de lo sensacional, de lo espectacular. La televisión incita a la dramatización, en un doble sentido: escenifica en imágenes un acontecimiento y exagera su importancia, su gravedad, así como su carácter dramático trágico. De hecho, paradójicamente el mundo de la imagen está dominado por las palabras. La foto no es nada sin el pié, sin la leyenda que dice lo que hay que leer, es decir, a menudo meras leyendas que hacen ver lo que sea. Dar nombre, como es sabido, significa hacer ver, significa crear, significa alumbrar. Y las palabras pueden causar estragos.

Pierre Bourdieu
En Sobre la Televisión. Anagrama, Barcelona 1997. Pág. 24 y 25

Todo el saber del homo sapiens se desarrolla en la esfera de un mundus intelligibilis (de conceptos y concepciones mentales) que no es en modo alguno el mundus sensibilis, el mundo percibido por nuestros sentidos. Y la cuestión es esta: la televisión invierte la evolución de lo sensible en inteligible y lo convierte en ictu oculi, en un regreso al simple y puro acto de ver. La televisión produce imágenes y anula conceptos y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender.
...La idea, escribía Kant es un concepto necesario de la razón al cual no puede ser dado en los sentidos ningún objeto adecuado. Por lo tanto, lo que nosotros vemos o percibimos concretamente no produce ideas pero se insiere en ideas o conceptos) que lo encuadran y significan. Y este es el proceso que se atrofia cuando el homo sapiens es suplantado por el homo videns. En este último, el lenguaje conceptual (abstracto) es sustituido por el lenguaje perceptivo (concreto) que es infinitamente más pobre: mas pobre no solo en cuanto a palabras ( al número de palabras) sino en cuanto a la riqueza de significado, es decir, de capacidad connotativa.

Giovanni Sartori
En Homo Videns. Taurus, Madrid, 1998, P 47 y 48.

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