Consultorio Ético de la Fundación Gabo
29 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

¿Los correctores de estilo, somos o no periodistas? El corrector de estilo trabaja en un periódico, lo mismo que el contabilista, el prensista, el mecánico de la rotativa, los abogados, el ingeniero de computadores, las secretarias, el dibujante y los diseñadores, pero ninguno de ellos es periodista.
Entre muchas, tomo la definición de periodista que escribió don Emilio Filippi en Fundamentos de Periodismo: "periodista es la persona que se preocupa:Por recoger las noticias,Por investigarlas,Por darles forma,Por entregarlas al público."
Me he permitido introducir una enumeración al texto para destacar las tareas específicas del periodista. Otras definiciones coinciden con esta, en una tarea esencial: la recolección, relato o comentario de los hechos diarios. Esa es su tarea y es la actividad que distingue al periodista de cualquier otro oficio, arte o profesión. El corrector interviene, parcialmente, en la tarea de darles forma a las noticias, pero esto no lo convierte en periodista, si nos atenemos a las definiciones.

Documentación.

Un destacado periodista chileno, Horacio Hernández Anderson, en su tesis jurídica sobre el periodismo, proporcionó una definición que preferimos adoptar: periodismo es el relato e interpretación de hechos actuales, a la luz de ciertos principios, con el objeto no sólo de informar sino de orientar, día a día, a las personas que viven en sociedad.
Al analizar su definición, Hernández resalta aquello que estima lo principal: relato de hechos actuales, ya que la noticia es un elemento de carácter esencial pero como dice el profesor Alfonso Ungría "el simple hecho de dar una noticia lleva implícito un comentario sobre su importancia y su carácter, aparte de algunas sugerencias expresas que pudieran hacerse en torno a ella, porque la noticia es el cuerpo y el comentario el alma."
Para que podamos hablar de periodismo, es necesario y condición básica, que el relato o comentario se refiera a los sucesos efectivamente ocurridos. Es decir, el periodismo se funda en la realidad de lo que sucede, en hechos que en la realidad han ocurrido u ocurren.
El periodismo es en esencia público y debe ser orientado de manera masiva, entendiéndose por masa a un público relativamente grande compuesto por personas capaces de sentir o recibir un mensaje y asimilarlo como es debido. No se puede inferir de lo anterior que el periodismo tiene que llegar necesariamente hasta las multitudes hay ejemplos de periodismo que sin ser masivo logra captar el interés de grupos más o menos homogéneos en sus convicciones y sentimientos y que forman segmentos apreciables e influyentes de la opinión pública.

Emilio Filippi.
En Fundamentos del Periodismo.Universidad de Florida y Trillas.Ciudad de México, 1997. Pág. 12 y 13.

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