4 crónicas de Alberto Salcedo Ramos que deberías leer
15 de Abril de 2016

4 crónicas de Alberto Salcedo Ramos que deberías leer

Foto: Sebastián Pani / Fundación Gabo

Aquí te presentamos una selección de cuatro crónicas del periodista colombiano Alberto Salcedo Ramos que no debes perderte, hace visibles las historias, hasta ese momento desconocidas, de varios personajes, como el cantante y compositor de vallenatos Diomedes Díaz, un árbitro que expulsó a Pelé, un niño del Chocó que cada día debe caminar hasta encontrar el agua o una víctima de las minas antipersonas. 

Travesía del Widki

Publicada en Soho Colombia Esos recorridos de Wikdi han tenido como escenario desde masacres de paramilitares hasta el riesgo de enfrentarse a los animales de la selva. En la áspera trocha de ocho kilómetros que separa a Wikdi de su escuela se han desnucado decenas de burros. Allí, además, los paramilitares han torturado y asesinado a muchas personas. Sin embargo, Wikdi no se detiene a pensar en lo peligrosa que es esa senda atestada de piedras, barro seco y maleza. Si lo hiciera, se moriría de susto y no podría estudiar. En la caminata de ida y vuelta entre su rancho, localizado en el resguardo indígena de Arquía, y su colegio, ubicado en el municipio de Unguía, emplea cinco horas diarias. Así que siempre afronta la travesía con el mismo aspecto tranquilo que exhibe ahora, mientras cierra la corredera de su morral. Clic aquí para seguir leyendo.

El árbitro que expulsó a Pelé

Publicada en Soho Colombia Guillermo Velásquez, más conocido como 'El Chato', debe de ser el único árbitro de fútbol del mundo que registra en su hoja de vida por lo menos cinco jugadores noqueados. Ni Alberto Castronovo, ni Eduardo Luján Manera, ni los otros futbolistas aporreados por él, se enteraron de que su verdugo, antes de ser árbitro profesional, había sido boxeador. Clic aquí para seguir leyendo.

El cantar de Claudia

Primer capítulo de la crónica Un país de mutilados A sus once años, Claudia Ocampo tiene claro que si no fuera porque a su padre lo despedazó una bomba, ella jamás habría conocido a su ídolo, el cantante Juanes. El encuentro ocurrió en diciembre de 2006, en Cocorná, un pueblo encajonado entre montañas, a ochenta kilómetros de Medellín. Un año atrás, Juanes había creado la Fundación Mi Sangre, para ayudar a las víctimas de las minas antipersonales en Colombia. Su propósito al visitar el oriente de Antioquia, la zona del país más afectada por el problema, era llevarles regalos a los damnificados. Clic aquí para seguir leyendo.

La eterna parranda de Diomedes Díaz

Publicada en Soho Colombia Ese hombre que desde hace unos minutos se encuentra en la tarima, al lado del presentador, es idéntico a Diomedes Díaz: en la risotada chillona, en la gesticulación teatral. Sin embargo, es difícil hacerse a la idea de que, en efecto, es él, debido a que presenta cambios notables. El rostro está enmarcado por una barba selvática que distorsiona sus facciones. La melena revuelta y el bigote tosco partido en dos mitades espaciadas, como el de Cantinflas, le confieren el semblante de un condenado que acabara de escaparse de su mazmorra. El hecho resulta absurdo: Diomedes Díaz lleva casi un año huyendo de la justicia. No tendría ninguna lógica que se hubiese atrevido a abandonar su escondite, donde es intocable, para exponerse a ser capturado en esta plaza pública repleta de policías. En todo caso, el tipo se parece mucho al cantante: en su pronunciación cantarina, en sus ademanes grandilocuentes. Clic aquí para seguir leyendo.

©Fundación Gabo 2024 - Todos los derechos reservados.