¿Qué debe hacer el periodista en caso de errores en los discursos políticos?
18 de Abril de 2018

¿Qué debe hacer el periodista en caso de errores en los discursos políticos?

Foto: Unsplash, compartida bajo licencia Creative Commons

Si un funcionario público comete un error trivial, que confunde una palabra con otra o se traba al hablar, pero lo corrige, ¿es correcto publicarlo? Puesto que esto no aporta nada, excepto una burla.

Respuesta:  

El periodista no informa para satisfacer curiosos, sino para responder a los que quieren acceder a la realidad de hechos que afectan a una comunidad. Por tanto, es lógica e indispensable la pregunta sobre la utilidad de las informaciones.

Hay, en efecto, informaciones de una utilidad evidente y otras en que, con igual evidencia, se destaca su inutilidad, de modo que la respuesta suele ser que son noticias triviales que ocupan un espacio que hace falta para informar sobre asuntos, esos sí, necesarios.

La justificación para la existencia de la profesión periodística no es que entretiene con noticias divertidas o curiosas, sino que hace participar en la historia colectiva mediante la información; esta realidad es la que le permite a Gabriel García Márquez afirmar que ser periodista es tener la posibilidad de cambiar algo todos los días.

Comprender esto es lo que permite descubrir la dignidad alta de una profesión que está hecha para influir en la historia de la sociedad y cambiarla.

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Documentación

Las operaciones comunicativas son sistemas interiores a los medios de comunicación, sistemas de símbolos que funcionan en el campo de la interacción social dotando a los actores de una significación común, de un medio. Los tres medios principales son la moneda, el poder y la influencia. Todos ellos se definen como intencionalmente destinadas a modificar el comportamiento.

La moneda corresponde a una modificación positiva de la situación y significa la encarnación simbólica del poder económico, de la utilidad. Sustituyendo a las mercancías, la moneda crea un control de las relaciones y ese tipo de interacción social que es intercambio comercial.

El poder corresponde a una modificación negativa de la situación y su contenido es la eficacia de la acción colectiva con vistas a la realización de diversos fines. Como los fines pueden ser múltiples, el poder unifica las diversas opciones y dota a esa unidad de un carácter de obligatoriedad que viene a ser la expresión social de la fuerza.

En cuanto a la influencia, ella responde a una acción positiva sobre las intenciones y simboliza el valor de la persuasión que hace la pertenencia a una determinada comunidad en la que los actores se definen en relación con un nosotros que determina los roles y posibilita la presión sobre las intenciones de los individuos.

En los tres casos, lo importante es que algo circula a través de la sociedad operando una comunicación, provocando en torno así un cierto tipo de acción. Cada operación comunicativa se rige por un código -precio, autoridad, reputación- y se expresa a través de significantes correspondientes. Para la moneda el significante es el oro, el papel moneda o los cheques. Para el poder, el uniforme, las insignias o las actitudes y el ejercicio de la fuerza social, de la violencia. La influencia se traduce en un empleo de símbolos comunes de reconocimiento que juegan en el interior del grupo el mismo rol que el oro en el sistema monetario.

Jesús Martín Barbero en La Palabra y la acción. Editorial Javeriana, Bogotá, 2018, página 108.

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